jueves, 7 de enero de 2016

"Yo creo, sí creo, yo creo en las hadas"

Para inventar un cuento de hadas, me he basado en un hecho de cuando yo era pequeña, ya que me costaba mucho dormir sola en mi cama, por lo que mis padres tuvieron la idea de crear al Hada de las chuches, que cada vez que dormía toda la noche en mi cama, me dejaba una bolsita de chuches debajo de la almohada. ¡ESPERO QUE OS GUSTE! :)


EL PLAN MAGNÍFICO DE LAS HADAS
Un bonito 11 de abril nació una niña a la que llamaron Andrea. Era castaña con ojos marrones. Era muy buena por la calle, pero nadie sabía por qué al entrar en casa no podía parar de llorar.
Fueron pasando los años y se fue haciendo cada vez más buena  hasta que cumplió 3 años y tenía que empezar a dormir sola en su cama. Lo pasaba muy mal y no paraba de llorar en toda la noche, por lo que terminaba durmiendo en la cama de sus padres.

Los padres de Andrea pensaban que ya era mayor porque iba al cole y no podía seguir durmiendo con ellos. Intentaron miles de formas para que la niña durmiera en su cama (leyéndole cuentos para afrontar los miedos, que su hermana mayor durmiera en un colchón cerca de su cama, le metían muchos peluches en la cama para que durmieran con ella...), pero ni aún así lo conseguían. Cuando de repente, un día que Andrea y su hermana estaban en el colegio, apareció un hada en su casa para hablar con los padres de las niñas e intentar ayudarles.
-¡Hola! Soy el Hada de los cuentos. Mi trabajo es contarle un cuento a los niños antes de dormir para que sueñen con cosas felices y no se despierten en todas la noche. Si ustedes quieren, vendré esta noche a las nueve y cuarto y leeré un cuento a Andrea antes de dormir para ver si funciona.
-¡Siiiiii, por supuesto! -gritaron entusiasmados los padres-.

Esa misma noche, el Hada fue a la casa y le contó a Andrea el cuento de Cochecito Rojo, que era su preferido.
Al principio, sí funcionó porque Andrea se durmió feliz en su cama; pero a la mitad de la noche, se despertó llorando.

Los padres volvieron a entristecer porque nada tenía resultado. Cuando de pronto, otra hada apareció en su casa:
-¡Hola! Soy el Hada de las canciones. Si ustedes quieren, vendré esta noche y le cantaré una canción a Andrea para que se duerma toda la noche soñando con cosas bonitas.
- Sí, estaremos encantados de que vengas -afirmaron los padres-.

Entonces esa noche, el Hada apareció en la habitación de Andrea y le cantó una canción muy divertida que Andrea había aprendido en el cole: El árbol de la montaña.
Andrea se quedó dormida, pero pasadas dos horas, se despertó llorando sin poder dormir.

Los padres de Andrea estaban tristes y pensaban que no lo iban a conseguir. Entonces, apareció otra hada:
-¡Hola! Soy el Hada de las chuches. Yo vendré cuando Andrea esté dormida en su cama y le pondré una bolsita de chuches debajo de su almohada. Si durante toda la noche está en su cama, por la mañana verá la bolsa de chcuhes, pero si se despierta a mitad de la noche y llora, vendré y me llevaré las chcuhes. Si ustedes quieren, vendré esta noche para intentarlo.
- Nos parece una buenísima idea -respondieron los padres-.

Y así fue. Esa noche, el Hada de las chuches fue a ponerle una bolsa de chuches debajo de la almohada; pero como Andrea se despertó llorando y fue a dormir a la cama de sus padres, el Hada volvió para llevarse las chuches

Ni los padres de Andrea ni las Hadas sabían qué hacer. Estuvieron pensando horas y horas hasta que al Hada de las chuches se le ocurrió una maravillosa idea:
-¡Ya tengo la solución! -gritó contenta el Hada de las chuches-. He pensado que vamos a ir las tres juntas por la noche a casa de Andrea y permaneceremos a su lado toda la noche. Primero, Hada de los cuentos le contará un cuento a Andrea antes de dormir. Después, si se despierta a mitad de la noche, Hada de las canciones le cantará una canción para que se vuelva a dormir; y finalmente, una vez que se haya dormido de nuevo, yo le pondré una bolsita de chucches debajo de la almohada.
Nos quedaremos toda la noche a su lado por si vuelve a necesitar nuestra ayuda y justo a las 07:59h (un minuto antes de que suene su despertador para ir al cole) nos iremos.
-¡Es una idea súper buena! -respondieron las otras dos hadas-.

Entonces, las Hadas le comentaron la idea a los padres de Andrea y les pareció genial, así que, esa noche realizaron el plan y funcionó. Las Hadas siguieron repitiendo el plan magnífico durante un tiempo hasta que consiguieron que Andrea durmiera sola en su cama durante toda la noche y todos los días.
Desde la noche en que tuvo éxito el plan magnífico de las Hadas, toda la familia cantaba: "Yo creo, sí creo, yo creo en las hadas."

       



¡Y COLORÍN COLORADO, ESTE CUENTO SE HA ACABADO!


Trabajo realizado por: Andrea Sobrino Verde

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