jueves, 7 de enero de 2016

"Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro"

Pienso que para enseñar la historia de La Bella Durmiente a los niños de una manera diferente y lúdica, podemos utilizar el libro-puzzle de la editorial Bruño. De esta forma, la profesora irá leyendo la historia y los niños tendrán que ordenar las viñetas, relacionando la imagen con la lectura.
Esta actividad está pensada para niños de 5 años.



Este libro-puzzle contiene dos cuentos de 12 viñetas cada uno: La Bella Durmiente y La Bella Oliente.

La Bella Durmiente
Este cuento es de Claude Delafosse, basado en el cuento de Charles Perrault, y cuyas ilustraciones son de Christophe Blain.

  1. Érase una vez un rey y una reina que hacía ya mucho tiempo que deseaban con todas sus fuerzas tener un hijo. Hasta que un día, por fin, su deseo se cumplió y la reina trajo al mundo una niñita.
  2. Todas las hadas del reino fueron invitadas al festejo para que colmaran de dones a la princesa.
  3. Había de ser la más hermosa, la más amable, había de cantar como un ruiseñor...
  4. Pero de pronto, apareció el hada mala, a la que habían olvidado invitar. Enfurecida, exclamó: "El día en que cumplas dieciocho años, ¡te pincharás y morirás!". Y dicho esto, desapareció. El rey y la reina quedaron completamente consternados. Las demás hadas no podían anular aquel hechizo, y tan sólo consiguieron modificarlo: la princesa permanecería dormida durante cien años
  5. El rey prohibió de inmediato el uso de cualquier objeto punzante en su reino. La niñita fue creciendo y llegó a convertirse en la más hermosa y amable de todas las muchachas. Era la alegría y el orgullo del rey y la reina.
  6. Todo el mundo había olvidado la terrible amenaza del hada mala. Pero el día en que cumplía dieciocho años, la joven escuchó un ruido que no conocía detrás de una puerta.
  7. Entró en la habitación y allí encontró a una vieja que estaba hilando Se acercó y  le preguntó si también ella podía probar. La vieja le sonrió y le tendió su puntiagudo huso. La muchacha se pinchó con él y se quedó dormida de inmediato, tal y como había predicho el hada mala.
  8. Y en cuanto la princesa se pinchó, todos los habitantes del castillo cayeron en un profundo sueño, igual que ella.
  9. El castillo adormecido pronto se vio sepultado por las zarzas y los espinos. Y así pasaron los años, sin que nadie consiguiera adentrarse en aquella maraña.
  10. Hasta que un día, cien años después, acertó a pasar cerca del castillo un joven príncipe de talante aventurero. Intrigado, decidió atravesar aquella barrera de espinos. Como era un joven muy valiente y también muy curioso, finalmente consiguió pasar entre las zarzas para así entrar en aquel castillo dormido.
  11. Descubrió entonces a la princesa, que le pareció la joven más hermosa que jamás hubieran visto sus ojos. Al joven príncipe le fue imposible resistir la tentación de darle un beso a aquella muchacha tan bella. Y, de inmediato, la princesa despertó de su profundo sueño, y con ella, todo el castillo.
  12. Entonces le contaron al príncipe toda la historia. Como la princesa lo encontraba de su agrado, y puesto que el joven no tenía ni familia ni patria, decidieron casarse enseguida. Y esta vez se prefirió no invitar a ninguna hada a la boda, por temor a olvidarse de alguna.













La Bella Oliente
Este cuento es de Claude Delafosse, se inspira en el cuento de Charles Perrault, y cuyas ilustraciones con de Christophe Blain.

  1. Érase una vez un rey y una reina que hacía ya mucho que deseaban con toda su alma tener un hijo. Hasta que un día, por fin, su sueño se cumplió y la reina trajo al mundo una niñita.
  2. Se invitó a la fiesta a todas las hadas del reino para que colmaran de dones a la niña.
  3. Había de ser la más hermosa, la más amable y dulce de todas las doncellas, había de oler como las mismas rosas...
  4. Pero de repente apareció el hada mala, a la que habían olvidado invitar a la fiesta. Lena de rabia exclamó: "El día en que cumplas dieciocho años, pisarás una caca de perro ¡y tu pie olerá horriblemente mal para siempre!". Y dicho esto, desapareció. El rey y la reina quedaros muy consternados. Las demás hadas no podían anular aquel terrible maleficio, pero consiguieron modificarlo: la maldición sólo se mantendría hasta que un joven príncipe decidiera besar a la desdichada princesa.
  5. El rey ordenó de inmediato que se expulsara a todos y cada uno de los perros de su reino. La princesa creció y llegó a convertirse en la más hermosa y amable de todas las muchachas. Era la alegría y e orgullo del rey y la reina.
  6. Todo el mundo había olvidado la amenaza del hada mala. Pero el día en que cumplía dieciocho años, la joven princesa oyó detrás de una puerta un ruido desconocido...
  7. La princesa entró en la habitación y allí vio un pequeño y extraño animal, aunque le pareció adorable. Al acercarse para acariciarlo, la muchacha pisó sin querer una minúscula caca de perro, pero que olía terriblemente mal, tal como había predicho el hada mala.
  8. A partir de aquel momento, el pie de la princesa no dejó de exhalar un olor espantoso. Todo el mundo se tapaba la nariz cuando ella pasaba. Por mucho que lo lavaba, lo frotaba, lo bañaba en los mas exquisitos perfumes, no había nada que hacer: seguía oliendo horriblemente mal.
  9. Todos los viajeros daban un rodeo para no tener que pasar por el castillo maloliente. En su interior, se acostumbraron a vivir con la nariz tapada con una pinza de la ropa, y así fue pasando el tiempo.
  10. Un buen día, un joven príncipe acertó a pasar cerca del castillo. Como tenía siempre la nariz taponada porque sufría frecuentes resfriados, ya no percibía ningún olor, ni siquiera los más desagradables. De ese modo, el joven entró, sin saberlo, en el castillo maloliente.
  11. Descubrió entonces  a una joven dormida, que le pareció la más hermosa que jamás hubieran visto sus ojos. Al joven príncipe le resultó imposible resistir la tentación de darle un beso a aquella muchacha tan bella Y, de inmediato, el pie de la princesa dejó de oler mal.
  12. Entonces le contaron toda la historia. Como la princesa lo encontraba de su agrado, y a pesar de que el joven carecía totalmente de olfato, decidieron casarse. En esta ocasión se prefirió no invitar una sola hada a la boda, por temor a olvidarse de alguna.










Fdo: Andrea Sobrino Verde

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