martes, 5 de enero de 2016

Y tú... ¿qué harías con una moneda?

La poesía es el género literario al cual pertenecen las obras que expresan sentimientos del autor y se propone suscitar en el oyente o lector sentimientos en los que relacionan cosas distintas.
Algunas características de la poesía son: ritmo, musicalidad, sentido, sencillez, claridad, brevedad, estética literaria…

La musicalidad le permite al poema tener ritmo y rima, distribuyendo los sonidos y acentos que se suceden con una sonoridad cercana al canto. En los primeros contactos destacan los poemas rimados, como las nanas o canciones de cuna, en los que el estribillo, palabras o frases se repiten, jugando así con su sonido.

La brevedad es otra característica que se relaciona con su desarrollo, ya que se les irá presentado a los niños poemas que cuenten con un mayor número de versos.

La sencillez en el contenido del poema le va a permitir al niño infundir en la experiencia cotidiana un sentido nuevo, como, por ejemplo, desarrollando la imaginación y divirtiéndose con lo que ha imaginado.

La estética literaria le va a permitir al niño captar el matiz afectivo de las palabras y luego su significado, provocando así una respuesta emocional. Las palabras tienen que ser expresivas, tienen que hablar a los sentidos y estimular la imaginación, ya sea para provocar la risa del niño, su sorpresa o su simpatía.

El siguiente poema es de María Elena Walsh, en el que se muestra la musicalidad, la brevedad, la sencillez y la belleza de la poesía.

Con esta moneda
me voy a comprar
un ramo de cielo
y un metro de mar,
un piso de estrellas,
un sol de verdad,
un hilo de viento
y nada más.

Lo que nos quiere transmitir María Elena Walsh con esta poesía, es que la lectura nos puede dar casi lo que pidamos. Sólo hace falta imaginar, soñar, ilusionarnos, ver sitios maravillosos y conseguir lo que pensamos. Esta autora no quiere cosas carísimas, lo que quiere es que el lector vea, a través de la imaginación, cosas preciosas.

Los primeros versos, “me voy a comprar” y “un ramo de cielo”, le propone al lector si quiere ir de viaje para ver el cielo, no solo de día, sino también de noche. El siguiente verso, “y un metro de mar”, nos permite seguir viajando con la poesía. Esta medida es la que dice la autora que se va a comprar con la moneda, lo que le va a permitir al lector soñar e imaginar. La autora quiere que el lector siga viajando a través de los versos, con las estrellas que pueden ver en el cielo, el sol con el que pasamos calor en verano y nos calienta en invierno y, por último, el silbido del viento, que nos va a permitir viajar de un sitio a otro muy deprisa.

En conclusión, este poema se podría utilizar en las aulas con los niños de educación infantil, para hacerles ver a los niños que gracias a la imaginación se puede tener todo lo que uno quiera. La maestra podría hacer una actividad, en la que todos los niños cierren los ojos y se imaginen el cielo, el sol, las estrellas, el mar… y a continuación que digan lo que han sentido. Este poema les va a permitir no solo a los niños, sino al resto de personas que lo lean, dejarse llevar, viajando a través de los diferentes elementos que tiene la Tierra. 


 Túmbate en el césped, mira al cielo y observa el sol, las nubes…



Imagina lo que hay al final del mar… 

Realizado por: Laura Alba Sánchez

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