«Los zapatos rojos» o también llamado “Las zapatillas rojas” fue escrito por Hans Christian Andersen en 1845 incluyéndolo en el primer tomo de su colección “Nuevos cuentos de hadas”, ha sido posteriormente reeditado varias veces y con distintas versiones.
RESUMEN
Los zapatos rojos
cuentan la historia de una niña pequeña y pobre, llamada Karen. Karen ni tenía
dinero para comprarse cosas ni si quiera unos zapatos, por eso siempre andaba
descalza. Tras la muerte de su madre, fue acogida por una anciana ciega y bien
posicionada económicamente. Cuando Karen llegó a la
edad de hacer la confirmación en la iglesia, la anciana y ella se fueron a
comprar un vestido y unos zapatos para este evento. Compraron un sencillo vestido,
y, después, fueron al zapatero para ver que zapatos tenia. Karen sólo se fijó
en unos zapatos de color rojo que eran parecidos a los que había visto a la
princesa. La anciana era un poco daltónica, y la compro los zapatos sin darse
cuenta de que eran de color rojo y no pegaban para una confirmación.
El día de la confirmación, Karen entró a la iglesia con los zapatos
rojos y todo el mundo la miraba, ella no podía parar de pensar en los zapatos y
lo bonitos que eran. Después, la gente fue a la madrastra de Karen a comentarla
lo de los zapatos rojos, y la madrastra regaño a Karen y la dijo que para ir a
la iglesia hay que llevar zapatos negros. Al domingo siguiente, fueron a misa y
Karen se volvió a poner los zapatos rojos, y en la puerta de la iglesia un soldado
viejo y cojo se ofreció a limpiar sus zapatos. Cuando estaba limpiándolos hecho
una maldición en los zapatos para que una vez que empezara a bailar Karen con
ellos no pudiese dejar de bailar. Cuando Karen comenzó a bailar, no podía parar.
Subieron Karen y su madrastra al carruaje, y allí consiguió quitarse los
zapatos, y en cuanto se los quitó sus piernas se quedaron quietas. Al llegar a la
casa, la madrastra guardó los zapatos rojos en un armario. Por aquellos días la
anciana enfermó, y necesitaba que Karen la cuidase, pero en la ciudad se daba
un gran baile, y la Karen quiso asistir. Así que, cogió sus zapatos rojos y se
fue al baile. Cuando quiso bailar, los zapatos manejaban sus pies dirigiéndola hasta
el bosque, donde se encontraba el soldado. La niña tenía mucho miedo, y al
intentar quitarse los zapatos no pudo. Entró bailando al cementerio, e intento
sentarse en una tumba para poder descansar, pero no pudo. Se acercó al portal
de la iglesia, y vio a un ángel junto a la puerta. Este la dijo que tendría que
bailar hasta que estuviera pálida y fría, y se convirtiese en un esqueleto.
Una mañana
Karen pasó bailando por una puerta que ella conocía. Del interior salió un
cortejo portador de un ataúd cubierto de flores y supo así que su madrastra había
muerto, y se sintió maldecida por todo el mundo. Siguió danzando, los zapatos
la llevaban por lugares horribles que la desgarraban los pies. Llegó a la
casita solitaria donde vivía el verdugo, y le pidió que le cortara los pies con
los zapatos rojos. Después, el verdugo le hizo unos pies de madera y dos
muletas. Al pasar esto Karen intento vivir su vida con normalidad, pero los
zapatos rojos la perseguían por todas partes hasta que volvió a ver al ángel y
este la llevo al cielo.
Editorial: Impedimenta (2011).
Colección: El mapa del tesoro.
Autor: Hans Christian Andersen.
Formato: Encuadernado en tapa blanda.
Número de páginas: 72 páginas.
Tipografía: Legible, para que se pueda entender sin ninguna dificultad.
Ilustraciones: Sara Morante.
Traducción: Enrique Bernárdez.
CONSTRUCCIÓN NARRATIVA
- Argumento: Karen es una pobre niña, adoptada por una anciana rica. Un día, Karen coincide con la princesa de su país, y se fija en los zapatos rojos que lleva. Para el día de la confirmación de Karen, su madrastra la compra un vestido y unos zapatos rojos, esta es daltónica y no ve que los zapatos sean rojos. El día de la confirmación, todo el mundo le comenta a la madrastra los zapatos que lleva Karen, ya que eran inapropiados para ese evento. La madrastra le ordena que se quite esos zapatos para ir a la iglesia, pero Karen no obedece, y cuando decide quitárselos es demasiado tarde.
- Temas: La religión, la muerte y los viajes.
- Estructura: este libro tiene una estructura lineal, ya que cuenta con un planteamiento, un nudo y un desenlace. Por lo que es una estructura sencilla, y fácil de entender para los niños. La historia que se narra no está dividida por capítulos, y la estructura es la siguiente:
- Planteamiento: Karen es una niña pobre que se encapricha de unos zapatos de color rojo, con lo que quiere confirmarse en la iglesia.
- Nudo: Tras ir a la iglesia con esos zapatos rojos, la gente lo concibe como una falta de respeto y un soldado viejo le hecha una maldición para que una vez que empieza a bailar con esos zapatos no pueda parar.
- Desenlace: Karen para deshacerse de los zapatos decide que un verdugo le corte los pies y los zapatos. Los zapatos siguen a Karen durante un tiempo, hasta que aparece un ángel y la lleva al cielo.
Como se observa este cuento tiene un final cerrado, ya que Karen se marcha al cielo, consiguiendo deshacerse de los zapatos rojos, que tanto miedo la habían hecho pasar.
- Narrador: es omnisciente, puesto que narra la historia, pero esta ausenta en la historia.
- Personajes: la protagonista principal de esta obra es Karen, este personaje pertenece a un estatus social bajo, y esto es característico de los cuentos de Andersen. También se caracteriza por su pasividad, ya que no lucha contra los zapatos, sino que quiere escapar de ellos y por eso decide cortarse los pies.
- El espacio: La historia empieza en un pequeño pueblo, y se va desarrollando en la iglesia, en el cementerio y en el bosque.
- Época: Esta historia está escrita en el siglo XIX y pertenece a una sociedad danesa bastante convencional y puritana que ven maldad en unos zapatos rojos. En esta sociedad perfecta, recta y puritana, siempre visten con zapatos negros para ir a la iglesia. En cambio, Karen rompe esta tradición y se presenta con unos zapatos de color rojos, y la gente ve este gesto como una falta de respeto.
- Moraleja: como muchos cuentos clásicos este tiene una moraleja que es que no es bueno ser tan coqueto/a, porque a veces esta coquetería puede esclavizar a los hombres y a las mujeres al hacer que solo vivan para estar guapos y perfectos, como es el caso de Karen, la protagonista.
ILUSTRACIONES
Las ilustraciones son en
blanco y negro, con toques de color rojo que resaltan los zapatos. Este color
tiene un tono metafórico, porque el color rojo en aquella época era considerado
el color del pecado.
Los personajes se muestran
en tonos grises para que contrasten mejor con el rojo de los zapatos, también hay
que destacar que los personajes se parecen a muñecos hechos con papel.
LENGUAJE
Estilo natural, sencillo,
claro y colorido, como si estuviera contando la historia a un niño, por lo que
no utiliza términos complicados, para que pueda entenderse sin dificultad.
IDEOLOGÍA
La mentalidad cerrada que había en el siglo XIX, se muestra con lo de los zapatos rojos. El color rojo estaba visto como un pecado y presentarse en la iglesia con unos zapatos de ese color está muy mal visto por eso todos iban con zapatos negros, excepto Karen.
PROPUESTAS
DE TRABAJO EN EL AULA
- Leer el cuento en voz alta, observando con atención las imágenes.
- Realizar una obra de teatro con el cuento.
- Actividades complementarias al cuento como darles dos imágenes y que encuentren las diferencias, etc…
- Trabajar el cuento a través de cuentacuentos.
CONCLUSIONES
Los zapatos rojos es un
gran clásico de la lectura, pero quizás la versión original no es tan
aconsejable para los niños, sino que habría que suavizar algunas cosas, porque
pueden mostrar mucho dolor a los niños e incluso miedo. Aun así, es una gran
historia con la que trabajar en el aula si suavizamos algunas cosas, cuenta con
una moraleja que se le puede explicar al niño y es fácil de entender.
Por último, os dejo aquí un resumen del libro de Impedimenta:
HECHO POR NOELIA PALACIO.
Esta entrada está llena de plagio, no encuentro las citas textualez en ningún lado. Además, encuentro su análisis pobre y obsoleto.
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